Renato Cisneros lanza por primera vez en formato audiolibro una obra que después se editará en papel
Algo tan primitivo como la voz podría ser la respuesta a algunas de las preguntas más acuciantes del futuro de la edición. Tan antiguo como un padre que le cuenta una historia a su hija. Quizás a Julieta Cisneros le falten años para entender el fondo de lo que Renato, su padre, quiere transmitirle. Pero no pasa lo mismo con sus potenciales oyentes y después lectores. El escritor peruano es el primer autor que lanza, en la plataforma Storytel, una historia en formato audiolibro que luego podrá ser también leída.
Una reciente mañana en el barrio de Aluche, en Madrid, Cisneros acudió al estudio para grabar Algún día te mostraré el desierto, que luego publicará Alfaguara. Escribir para ser escuchado, dice, le resulta extraño, pese a que, en gran parte, vive del oficio de comunicar; el autor peruano es uno de los referentes de la radio y la televisión de su país, además de poeta y narrador. “Solo sé escribir para leer. Antes que escritor soy lector. Leo con la melodía de mi voz incorporada. A menudo leo en voz alta lo que escribo para asegurar el ritmo de las palabras. En esta oportunidad, he tratado de contar la historia con la honestidad habitual, quizá de manera más legible, tratando por momentos de privilegiar el drama antes que la reflexión narrativa, incorporando diálogos, buscando ser persuasivo a partir de las acciones, aunque sin renunciar a las ideas”, asegura Cisneros.
La historia que ha creado es el diario de un hombre en crisis, asegura el autor. Pero también, una carta de amor. “Por otro lado, los hijos son, en parte, proyecciones de uno mismo pero fundamentalmente son sujetos autónomos. No siempre toman de ti lo que quieres transmitirles, y a veces hacen suyos tus peores hábitos. Criar hijos se parece a visitar diariamente un laboratorio donde el experimento eres tú, no ellos”.
En este experimento, se siente un conejillo de indias a gusto en su propia sala de microscopios imaginarios. “No me desagrada: también como padre siento ser el conejillo de indias de mi hija. Además, me gusta la idea de hablarle a un lector / oyente desde la dimensión incierta de una grabación; me gusta pensar que así invado poco a poco su interior. ¿No hacían eso con nosotros nuestros padres cuando éramos pequeños? ¿No hacemos eso también con nuestros hijos?”. Que el audiolibro sea exitoso o tenga muchas descargas, afirma, es una preocupación secundaria. “Lo central es que la palabra y la voz se unen en el oído y cerebro del otro. Algunos enamoramientos comienzan así”.
(Información extraída de la página web: elpais.com/cultura)